Naturaleza salvaje, hospitalidad albanesa y playas de aguas cristalinas. Por la mañana, salimos de los hoteles hacia la pintoresca laguna de Zvernec, un lugar tranquilo con un puente de madera que conduce a una isla donde se alza un monasterio histórico. A continuación, atravesamos el valle agrícola del río Shushice, lo que nos ofrece la oportunidad de observar la vida cotidiana de los albaneses. Tomamos un café (incluido) en una cafetería familiar y continuamos por el valle. Después, ascendemos las montañas albanesas por un sendero empinado entre menta silvestre y orégano. En el pueblo de montaña de Pilur, visitamos una iglesia ortodoxa y disfrutamos de un almuerzo casero en el jardín de una familia local. Nos dirigimos a la costa por una carretera con vistas panorámicas de la Riviera albanesa. En Himarë, nos relajamos en la playa, descansando tras nuestras aventuras en la montaña. De regreso a los hoteles, cruzamos lentamente el famoso Paso de Llogara: las impresionantes vistas y las emocionantes carreteras serpenteantes dejarán una huella imborrable.